Es el complemento ideal del vestido, antes clásico y romántico, ahora también sexy y seductor, en todas sus formas y versiones, tiene una gran presencia en el look y varía mucho en función del vestido y del estilo de la novia.
Llevar o no un velo es cuestión de gustos, personalidad y comodidad, yo aconsejo probarse y ver si te sientes cómoda y elegante.
A mi personalmente me encantan, sobre todo los de estilo hippy y vintage.